lunes, 2 de septiembre de 2013

Goodbye August!

Querido Diario:
Hoy han ocurrido varias cosas, de las que hablaré más adelante. La primera, es que hemos comenzado Septiembre, oh, el agitado, famoso, irritante y novedoso Septiembre. Ese mes en el que lo único que te importa es estrenar los bolígrafos y libretas nuevas que tu madre te fue comprando conforme te los pedían en clase. Amo esa sensación, ese olor a nuevo, a esperanzas (que luego no se cumplirán) para el  año y ganas de empezar el nuevo curso. Conocer a los que serán tus futuros mejores amigos hasta que os separen para elegir vuestra futura carrera. Ya empieza a hacer frío y estrenas las medias, que pocos días después romperán o le harás una carrera. 
Bueno, no me voy más por las ramas, que me enrollo demasiado.

El segundo acontecimiento de hoy, ha sido que he vuelto al gimnasio, un lugar donde te cruzas continuamente con gente sudada, con los mofletes colorados y con una toalla pequeña alrededor del cuello. Ese sitio donde entras con mucha alegría y predisposición; y que al salir piensas: "Oh! Por fin me libro de este infierno!" Sin pensar en que al próximo día tienes que volver y hacer lo mismo que el día anterior. Lo que significa que no te librarás de esas mortíferas agujetas que te salieron esta mañana.
Pues en mi caso, no han sido agujetas; ya que, tras 2 horas de natación nos han dejado una media hora más o menos para hacer "natación sincronizada", según los monitores. Así que mientras estaba dando unas profesionales volteretas hacia atrás, una lista de turno me ha pegado una fuerte, mejor dicho, fortísima patada en la nariz. De repente Carmen, la monitora, me dice: "Carmen! ¿Estás bien? Carmen!" (Por cierto, me llamo Carmen, mucho gusto)
No podía decir nada, me dolía un montón la nariz. Miré al agua y estaba rodeada de líquido rojo. 
Me da marea un poco demasiado la sangre y la monitora me dijo que saliese del agua. 
A continuación, me sentó en una silla debajo de una sombrilla y ella me preguntó si me mareaba al ver sangre, así que le asentí despacio con la cabeza, dado que me daba vueltas todo. 
Al final, me llevaron a la enfermería y me dijeron que por suerte no había nada roto, lo que me tranquilizó bastante.

Y la tercera, es que esta misma mañana me ha ocurrido otro accidente. Vaya mañanita.
Resulta que en judo me tocaba con una de mis mejores amigas pero ha habido un momento en el que ella me ha dado un fuerte (todo es fuerte esta mañana, al parecer) pisotón en el pie. Y el caso es que me he roto un hueso pequeñín que hay en el dedo gordo. Auch! Me duele mogollón, más el golpe en la nariz y el dolor tan terrible de cabeza que tengo... No sé si debería ir mañana al gimnasio.
Bueno, hasta aquí el informe de hoy.

Sweetbites,
Baby Candy xx.

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